Tono: De acuerdo con el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), las mujeres tienen menos morosidad en los créditos que solicitan, en comparación con los hombres. Mediante el análisis de los datos de más de 4,000 solicitantes, el Infonavit encontró que si bien al principio las mujeres tenían más morosidad que los hombres, su comportamiento de pago mejoró después de dos años.
Comparación de pagos de mujeres vs hombres
El informe del Infonavit también encontró que, en promedio, por cada 100 mensualidades, los hombres tenían 4.3 pagos incompletos más que las mujeres cuatro años después de originado el préstamo. Estos resultados sugieren que las mujeres pueden ser más capaces de gestionar el pago de la deuda que los hombres, lo que podría ayudar a explicar por qué tienen menos probabilidades de acabar en dificultades financieras.
Además, el Infonavit descubrió que los hombres tenían 2,5 veces más probabilidades que las mujeres de incumplir el pago de sus préstamos. Esto podría explicarse por el hecho de que es más probable que los hombres tengan bajos ingresos o estén desempleados y, por lo tanto, dispongan de menos ingresos para destinar al pago de sus préstamos. Sin embargo, es necesario seguir investigando para comprender plenamente por qué los hombres tienen más probabilidades de impagar sus préstamos que las mujeres.
Se otorgan créditos Infonavit a todos por igual
Para las mujeres, el camino hacia la estabilidad económica puede ser largo y tortuoso. Tras décadas de duro trabajo, muchas mujeres se encuentran fuera del mercado laboral debido a sus obligaciones familiares.
Esto es especialmente cierto en el caso de las mujeres jóvenes que acaban de incorporarse a la población activa. El aislamiento y la lucha por encontrar un empleo significativo pueden afectar a estas mujeres de varias maneras. En primer lugar, pueden recibir salarios más bajos que sus homólogos masculinos debido a la percepción de falta de oportunidades de ascenso.
El Infonavit sostuvo que la desigualdad para acceder al mercado laboral ha sesgado la colocación de créditos entre mujeres, aunque las reglas para solicitarlo no hacen ninguna diferencia por género.